La frase que podría expresar mi futura contribución en el mundo de la educación sería la siguiente: Dime y lo olvido, Enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo. - Benjamin Franklin- Desde mi punto de vista, creo que no es suficiente con llegar a clase y desarrollar el temario que toca cada día. Si no que también es importante estimular a los alumnos para que muestren curiosidad e interés en aprender. Si no despertamos el interés por aprender, los alumnos solamente memorizarán los conceptos básicos para pasar el examen para más tarde olvidarlo sin que haya servido de nada el esfuerzo del docente. En cambio, si los hacemos partícipes y motivamos a los alumnos, ellos mismos, poco a poco, irán desarrollando sus capacidades y afianzando los conocimientos, haciéndolos suyos para poder utilizarlos como un recurso propio. Aprovechando este interés, los docentes también podemos influir en la educación y pensamientos de los alumnos para contribuir en la formación de mejores personas.
Educar es lo mismo que poner un motor a una barca… Hay que medir, pensar, equilibrar… y poner todo en marcha. Pero para eso, uno tiene que llevar en el alma un poco de marino… un poco de pirata… un poco de poeta… y un kilo y medio de paciencia concentrada. Pero es consolador soñar, mientras uno trabaja, que ese barco, ese niño, irá muy lejos por el agua. Soñar que ese navío llevará nuestra carga de palabras hacia puertos distantes, hacia islas lejanas. Soñar que, cuando un día esté durmiendo nuestra propia barca, en barcos nuevos seguirá nuestra bandera enarbolada. Destaco el primer verso porque creo que, a mi modo de ver, define perfectamente lo que es educar: Medir, pensar, equilibrar y poner todo en marcha. Creo que después de tener las habilidades y aptitudes necesarias para ser docente, hay que transmitirle nuestro conocimiento a los estudiantes para que, ellos mismos, con su propio criterio, sean capaces de seguir desarrollándose y tengan un pensamiento crítico sobre todo lo